Antecedentes

Los Observatorios de Seguridad y Gobernanza, como la plataforma.evi, en América Latina y el Caribe surgen a principios de los años noventa a instancias de ONU-Habitat, para hacer frente el grave problema de violencia que enfrenta la región. Estas organizaciones fueron creadas para el análisis de información relevante y confiable sobre el crimen que, de manera oportuna, permitiera el diseño de políticas públicas orientadas a la prevención de la violencia, con el fin de mejorar las condiciones de vida y seguridad de las urbes latinoamericanas (Garibaldi, 2017: 7).

Los Observatorios tienen como materia prima principal la información, la cual tiene que ser verificada, analizada y sistematizada, mediante softwares especializados y procesos certificados. A través de esta información los Observatorios crean y proponen políticas públicas de prevención de la violencia y la delincuencia (BID, 2014).

En México, el primer Observatorio de Seguridad se creó en 2011 por la Asociación de Ciudadanos Poblanos Unidos por la Justicia y la Atención a Víctimas del Delito, en coordinación con el Gobierno Municipal de Puebla. En 2012, se establecieron los lineamientos para el otorgamiento del subsidio de apoyos a las entidades federativas en materia de seguridad pública, dando pasó a la creación formal de la red de Observatorios Ciudadanos de Seguridad y Gobernanza Urbana auspiciados por el gobierno federal (DOF, 2012). Estos primeros Observatorios fueron de tipo gubernamental; sin embargo, paralelamente comienzan otras instituciones no gubernamentales como empresarios y universidades a crear sus propios Observatorios de análisis de los fenómenos delictivos, como es el caso del Observatorio de Chihuahua, Cuernavaca y Tijuana.

En el estado de Guerrero se creó en 2012 el Observatorio de Seguridad Ciudadana y Gobernanza Urbana, y en el municipio de Acapulco surgió este tipo de Observatorio en 2013, ambos esfuerzos fueron impulsados con el financiamiento federal, a través del programa Subsidio para la Seguridad Pública en los Municipios (SUBSEMUN), conforme a los lineamientos de ONU-Habitat y el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Estas organizaciones construyen una línea base de 113 indicadores, clasificados en tres dimensiones: indicadores de generación, de manifestación y de atención. En el caso de Acapulco, el monitoreo de estos indicadores se delimitó a cinco polígonos de mayor incidencia delictiva: Renacimiento, Zapata, Petaquillas, Progreso y Jardín. No obstante, se reconoce que el Observatorio de Acapulco no ha podido alcanzar los fines para los que fue creado (Garibaldi, 2017).

En general, los propósitos de los Observatorios de Seguridad, de construir o diseñar alternativas y soluciones al problema de la inseguridad, aún se encuentran en vías de desarrollo. Existen brechas importantes que impiden lograr esta aspiración, entre los que sobresalen: el ciclo político de los observatorios gubernamentales, la falta de cooperación entre los actores involucrados, el acceso al financiamiento, la calidad de la información y la infraestructura (Garibaldi, 2017).

A cinco años de experiencia en la operación de este tipo de observatorios en México, la propuesta de crear la plataforma.evi de la UAGro representa un espacio de oportunidad para coadyuvar en la atención de los problemas de violencia urbana que enfrentan las principales ciudades de Guerrero. El equipo que integra esta iniciativa asume el compromiso de construir un espacio que sea referente de información de calidad sobre las violencias en Guerrero, así mismo agradece el financiamiento otorgado por el Conacyt y el apoyo institucional de la UAGro para su creación.